En la venta al por menor antes del surgimiento de los supermercados,
generalmente los productos eran distribuidos por un comerciante mientras
los clientes esperaban delante de un mostrador indicando los elementos
que querían. Además, la mayoría de los alimentos y mercancías no venían
en paquetes individuales, por lo que el comerciante tenía que medir y
envolver la cantidad exacta deseada por el consumidor. El proceso de
compra era lento, ya que el número de clientes que podían ser atendidos
era limitado por el número de personas empleadas en la tienda.
Este tipo de comercio no estaba al margen de los intereses del tirano,
pero no desconocido, debido a que el mismo controlaba de forma déspota
la mayoría de la mercancía que los mismos recibían. Aunque existía este
régimen autoritario, el comercio recibía un gran impulso, por la
creciente presencia de alternativas de las que podía gozar al consumidor
a la hora de decidirse por la compra de algún producto o servicio
determinado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario